Complaciendo amables solicitudes y porque me emputa la gente prepotente y las cosas sin sentido que hacen algunas estrellas con las que se cruza uno en la vida, paso a contar este relato de terror urbano que no tiene nada de ficción.
Dos compas, a quienes llamaré Eric Forman (porque es cagadito al de That 70´s show) y JC se encontraban en el exclusivo distrito universitario en san pedro y decidieron ir a la calle de la amargura por un saludable pedazo de pizza.
El reloj marcaba las 8:45 pm del 16 de junio cuando Eric y JC ingresaron a “Monster Pizza”. Se disponían a engullir delicioso manjar cuando de repente surgió un malentendido en el que la protagonista era una teja, o sea cien colones que según el cajero no se le habían pagado.
Palabras van, palabras vienen y comenzó lo que ya todos sabemos. La hecatombe, la debacle total, una seguidilla de hechos bochornosos en la que un cliente que bien podría ser el doble de una famosa estrella de la televisión (ahora ex – cliente, pero que aún puede seguir siendo doble de una famosa estrella de televisión) fuera a dar al pavimento como si fuera un pedazo de chicle del que uno tira por la ventana cuando ya no sabe a nada.
Uno de los Gorilas de la seguridad que probablemente estaba muy aburrido y sin nada interesante q hacer o alguna guila a quien pelarle el diente, decidió que tomar a Eric por la camisa y lanzarlo por los aires hacia la vía pública sería lo más conveniente de hacer en ese momento. Mientras eso sucedía, JC recibía una serie de improperios y le arrebataron su manjar sin haberlo aún terminado.
Eric sufrió golpes en su cuerpo y especialmente en su frente cuando lo mandaron a dialogar con la acera, y el tema no pasó a más porque mis compas al no conocer el idioma que habla esa bestia que los atacó decidieron marcharse del lugar.
Les dejo una nota que me envió JC sobre el tema:
“Me pregunto qué hubiera pasado si este pobre, que quedó con la cara desfigurada, hubiera sido un loco con una pistola o con un cuchillo. Ahí si le estaríamos rezando a mi amigote de seguridad en la Polini. Apenas tuve la oportunidad de decirle, que no tiene cerebro para hacer otra cosa que esperar a que algo interesante pase para usar sus músculos en contra de alguien. Será que estaba muy aburrido porque la noche no tuvo mayor movimiento?
Dos compas, a quienes llamaré Eric Forman (porque es cagadito al de That 70´s show) y JC se encontraban en el exclusivo distrito universitario en san pedro y decidieron ir a la calle de la amargura por un saludable pedazo de pizza.
El reloj marcaba las 8:45 pm del 16 de junio cuando Eric y JC ingresaron a “Monster Pizza”. Se disponían a engullir delicioso manjar cuando de repente surgió un malentendido en el que la protagonista era una teja, o sea cien colones que según el cajero no se le habían pagado.
Palabras van, palabras vienen y comenzó lo que ya todos sabemos. La hecatombe, la debacle total, una seguidilla de hechos bochornosos en la que un cliente que bien podría ser el doble de una famosa estrella de la televisión (ahora ex – cliente, pero que aún puede seguir siendo doble de una famosa estrella de televisión) fuera a dar al pavimento como si fuera un pedazo de chicle del que uno tira por la ventana cuando ya no sabe a nada.
Uno de los Gorilas de la seguridad que probablemente estaba muy aburrido y sin nada interesante q hacer o alguna guila a quien pelarle el diente, decidió que tomar a Eric por la camisa y lanzarlo por los aires hacia la vía pública sería lo más conveniente de hacer en ese momento. Mientras eso sucedía, JC recibía una serie de improperios y le arrebataron su manjar sin haberlo aún terminado.
Eric sufrió golpes en su cuerpo y especialmente en su frente cuando lo mandaron a dialogar con la acera, y el tema no pasó a más porque mis compas al no conocer el idioma que habla esa bestia que los atacó decidieron marcharse del lugar.
Les dejo una nota que me envió JC sobre el tema:
“Me pregunto qué hubiera pasado si este pobre, que quedó con la cara desfigurada, hubiera sido un loco con una pistola o con un cuchillo. Ahí si le estaríamos rezando a mi amigote de seguridad en la Polini. Apenas tuve la oportunidad de decirle, que no tiene cerebro para hacer otra cosa que esperar a que algo interesante pase para usar sus músculos en contra de alguien. Será que estaba muy aburrido porque la noche no tuvo mayor movimiento?
Ya no hay nada que hacer, solo buscarle el lado positivo a este tipo de problemas. La pizza de la esquina, la del italiano, es mucho mejor que la Monster. Se las recomiendo, está frente a la línea del tren, es deliciosa y tienen más variedad de sabores, es más barata y conserva la receta original, tiene una mejor atención, y no te requisan para comer. Que dicha que el caballo con pies que “trabaja” en la otra pizza, me abrió los ojos. Prefiero comer con tranquilidad y no asustado como lo estaba haciendo”
No habrá demandas ni problemas legales, no habrá represalias ni mucho menos despidos, nadie más saldrá lastimado, salvo aquel mae (que podría ser el doble de una famosa estrella de televisión) que pretendía comer un pedazo de pasta con grasa en ese lugar
Este es un capítulo más de lo que sucede todos los días. Pero hasta cuándo vamos a seguir dejando que nos pisoteen y que personas sin otra educación que la que consiguen en la calle, violen nuestra libertad y nuestros derechos como seres humanos?
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