jueves, 18 de abril de 2013

Salga con una mujer que viaje

Dentro de mis pasiones está viajar. Ese bichito me picó hace muchos años y me contagió de unos deseos de ver el mundo que no se detienen con nada. Navegando por algunos blogs me topé con una chavala que se hace llamar la caminante solitaria. Se llama Aleah, es filipina y está contagiada igual que yo. Escribe sobre sus viajes de una manera que me hace sentir identificada y me encanta. Con el permiso de ella traduje uno de los posts más lindos que he leído y lo comparto con ustedes.


Salga con una mujer que viaje- por Aleah Phils

Tomado del blog "Solitary Wanderer, tales and tips of a solo female traveler". Traducido por La Mula de Carga con la autorización de su autora.

Salga con una mujer que viaje. Salga con una mujer que prefiera ahorrar para los viajes fuera de la ciudad o los viajes de un solo días que para zapatos nuevos o ropa. Puede que no luzca como un ícono de la moda, pero detrás de esa cara pecosa y bronceada por todos esos días al sol, yace una mente que le puede llevar a lugares y un corazón abierto que le tomará por lo que es, no por lo que puede llegar a ser.

Salga con una mujer que viaje. La reconocerá por la mochila que siempre carga. No cargará un delicado bolso; dónde pondría su diario de viaje, sus lapiceros y  linterna LED que está siempre pegada al zipper? En un bolso pequeño, ¿cómo podría poner el distintivo de su equipaje, las toallitas húmedas, las galletas y la botella de agua que siempre carga en caso de que algo suceda y no pueda llegar a casa todavía?

Sí, una mujer que viaja sabe que en cualquier momento, cualquier cosa puede suceder y simplemente tiene que estar preparada. Nada la toma por sorpresa, toma todo con ecuanimidad, sabiendo que ese tipo de cosas son siempre parte de la vida. Es confiable y segura, signos de que ha aprendido durante el camino.

También reconocerá a una mujer que viaja por el hecho de que siempre se sorprende por el mundo que la rodea, sin importar si está en su ciudad natal o en un lugar totalmente nuevo. Ella ve la belleza a su alrededor, no solo las que aparecen en las guías de viaje o en las postales. Una mujer que viaja ha desarrollado un profundo aprecio por la vida. No le va a juzgar o a presionar a hacer cosas que usted no quiera hacer. Ella conoce mucho sobre la importancia de la identidad y la autoestima, y apreciará todo mucho más si usted no pretende ser quien no es.

Se pueden cometer errores con una mujer que viaja, y se puede ser tan idiosicrático como quiera. Confíe en mi, ella ha visto tantas cosas peores en sus viajes, y conoce de primera mano los caprichos de la naturaleza humana.

Salga con una mujer que viaje, porque cuando esté con ella se dará cuenta que aún cuando ha hecho siesta en un templo en Angkor Wat, paseado en bote en el delta del Mekong, corrido por las calles de Saigos, o haya hecho clavados en las cuevas de Filipinas, she aún mantiene la humildad que marca a un verdadero viajante. Ella sabe que ha estado en muchos lugares, pero se sorprende y maravilla del hechode que el mundo es aún un lugar muy grande y que ella solo ha visto una pequeña parte de él. Ver esto en ella le puede hacer sentirse bien de usted mismo también, no hay necesidad de hacer más, de ser más. Lo que usted sea es suficiente.
Cuando conozca a una mujer que viaja pregúntele adónde ha estado y adónde irá después. Ella apreciará su interés, y si tiene suerte tal vez le invite a ir con ella. Cuando esto suceda, hágalo! Nada une más a las personas que viajar. En sus viajes, ambos verán lo mejor y peor del otro, y así decidir si vale la pena luchar por ustedes.

Es muy fácil salir con una mujer que viaja. No querrá regalos caros, puede comprarle (o a los dos) tiquetes baratos para viajar a Tailandia por el fin de semana, y ella estará más que feliz de llevarle al puente de madera más largo del país. Ni siquiera tendrá que salir del país! Puede llevarla en un paseo de un día a caminar por la montaña o simplemente darle un sencillo masaje.
También puede comprarle pequeñas cosas que a ella se le olvida comprar. Ese cinturón para ajustar su mochila al asiento del bus para que se sienta más tranquila cuando duerme en un viaje, un cobertor para la mochila, un pequeño reloj despertador, una faja para el dinero, o tal vez otra pañoleta para reemplazar la que perdió en China.

A ella no le importará si se pierde camino a una cita. Ella sabe que a veces, el viaje es más importante que el destino. Ella le ayudará a ver el lado sencillo de las cosas. Caminará junto a usted, no detrás, señalándole las cosas interesantes que vean en el camino. Más tarde que temprano usted se dará cuenta que sí, el viaje ha sido más memorable que el destino al que planeaba llevarla.

¿Vale la pena una mujer que viaja? Sí, lo vale. Así que cuando la encuentre, quédese con ella. No la pierda con sus inseguridades y dudas. Porque cuando ella le diga que le ama, ella realmente lo hace. Después de todo, ella ha visto tantas cosas, tantas personas, que si le ha escogido a usted, mejor tomar esa oportunidad y agradecerle a los dioses por la suerte que tiene de que no eligió al chavalo que conoció mientras veían el amanecer en Angkor Wat, o en los rápidos en Sabah.

Si ella dice que le ama, debe haber visto algo en usted. Algo que la haga llamar después de un viaje, algo que la pueda anclar al mundo  luego de semanas o meses de estar de viaje.

Salga con una mujer que viaje. Hagala sentirse segura, calientita. Hagale creer que no importa donde vaya ni por cuanto tiempo esté afuera, siempre estará ahí para ella, ser el lugar que pueda llamar hogar.
Encuentre una mujer que viaje. Salga con ella, ámela y cásese con ella, su mundo nunca será de mismo.



 
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