martes, 6 de septiembre de 2011

Pedir trabajo y ligar son la misma cosa



Hola Lectores. Una vez más recibo la inspiración divina (escasa en estas épocas) y me doy la tarea de postear alguito.

Hace un par de semanas, regresaba de dar una charla en una empresa en la cual tengo interés de entrar a trabajar,la cuestión es que aún no lo he hecho oficial, simplemente esaba haciendo mi trabajo, pero a la vez aprovechando para dar una buena impresión, como quien no quiere la cosa.

Todo salió genial, y luego de la actividad salí almorzar con la gente de la empresa que me cntactó. Aquello era una pura diplomacia, algo lindo que llaman, al mejor estilo ejecutivo tuyú.

Camimo a mi oficina, pensé que esa interacción me serviría como carta de presentación para una eventual solicitud de trabajo en ese lugar, y de repente lo que debía ser una jornada normal de trabajo, se convirtió en un festival de nervios y angustia.

Mi cabeza daba vueltas y aparecían preguntas como por generación espontánea. Fue en ese momento que se me prendió el bombillo e hice la analogía de que "una entrevista de trabajo se parece en mucho a una primera cita" ¿Por qué?, le dejo una pequeña lista de similitudes


  • Para empezar, cuesta que suceda. Tanto la primera cita como una entrevista de trabajo surgen después de una buena pulseada.

  • Uno se prepara psicológicamente para ir al lugar y lucir muy digno y calmado, pero por dentro uno está en una pura nervia.

  • Se acostumbra chainear y sacar las mejores galas aunque haya que sacudirles el moho y quitarles el olor a guardado o naftalina.

  • Sin duda uno cuida lo que habla, no quiere ser muy revelador ni cansar al que está con uno.

  • En ambas se miente o se exagetan las cosas a ventaja de uno.

  • Uno trata de recordar cómo fue la ultima porque regularmente tienen conversaciones o preguntas en común.

  • Se echa flores para quedar como lo mejor.


  • Cuando termina no se cuestiona por qué dijo ciertas cosas o por qué no preguntó ciertas otras.

  • Después uno no sabe si esperar a que lo llamen o llamar.

  • Uno no quiere parecer ni desesperado pero tampoco desinteresado.

Lo que más me hace gracia es que después de una (entrevista o primera cita) de la cual uno haya salido contento, lo más angustiante es esperar que suene el maldito teléfono. Y en todo caso, si no fructifica uno la sigue pulseando pero en otro lado!!

 
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