lunes, 17 de septiembre de 2007

El súper


Indiscutiblemente ir al supermercado representa toda una aventura, sobretodo para esta mula cuyos niveles de tolerancia son bastante limitados. Aquí algunas consideraciones sobre el tema.
El drama empieza en el parqueo, todos quieren quedar lo más cerca posible de la entrada así vengan a comprar una caja de palillos de dientes o todo el diario. La vara es estar bien cerquita para no caminar mucho. Nunca faltan los cabrones que se parquean en los espacios reservados para personas con discapacidad y se bajan como si nada. Lo que más cólera me da es que lo hacen a vista y paciencia de los guachis que están ahí para “poner orden” y no les dicen ni mierda, si se fijan casi siempre son maes o viejas con gordura estilo ballena o el tipico meneco/chalán/valeverga jugando de queso en su nave nice. También están los que se le colan a uno y aceleran a lo lagarto estilo fast and furious para clavarse en el campo que uno estaba pulseando desde hace rato. Otra vara que me enferma es la gente que se monta al carro y dura toda la vida para sacarlo, o sea uno ahí esperando por el campillo porque está todo lleno y el mae o doña se monta al carro, se peina, se maquilla, habla por teléfono, o empieza a ver lo que compró y nada que saca el carro, que madre!!
Bueno, una vez q uno ha pasado la batalla del parqueo se dispone a ingresar al súper. Lo primero es buscar un carrito o canasta. Con las canastas normalmente no hay problemas, pero los carritos son una historia aparte. Lo clásico es q a uno le toque uno que tenga una rueda chueca o alguna vara pegada que hace que le de “tabaquillo”. Le tiembla una ruedilla o le jala para un solo lado como si estuviera destramado! Peor aún si a uno le tocó uno de esos que vienen con un carrito incluido donde se montan los carajillos, que pelada!
Acto seguido viene el recorrido por los pasillos. Sin embargo podría referirme a eso como un paseo. Y digo paseo porque pareciera que muchos van a pasear al súper. Se tardan toda la vida viendo cosas, se dedican a jetear y a estorbar a la gente, y lo peor de todo es que atraviesan el pinche carrito en medio pasillo y no lo dejan pasar a uno. Ojalá se topen dos doñas y parqueen los carritos de manera paralela en medio pasillo como hacen los autobuseros en la calle. Parece mentira que ahora hasta en los supermercados se hacen presas!! Ni hablar de la gente que llega a jamar!! Se detienen en todos los puestecitos de muestras que están dando. Atún, café, mortadelas, galletas, frescos y demás familiares y eso también genera presas en los pasillos, lo bueno es q uno sale al menos con la tripa engañada para aguantarse el hambre un ratillo.
El toque ideal para mí es hacer las compras lo más rápido posible, lo que se complica cuando uno llega a un súper que no le es familiar. Hay que empezar por ubicarse y normalmente eso tarda un rato e implica hacer de estúpido y pasar por le mismo pasillo cinco veces hasta que uno encuentra lo que busca. Más ahora que les da por hacerlos grandísimos: HYPER tarara, MEGA nosequé, JUMBO alguito, una vara ahí…
Otra maniobra complicada es cuando uno va al super en grupo, por ejemplo cuando va a comprar las varas cuando va de ride a la playa o cuando va para una fiesta. El típico “maes pongámosle” es una patraña. Todos entran juntos y caminan por los pasillos buscando el del guaro, luego las boquitas y ya, todo bien hasta ahí. De repente alguien se acuerda q se le olvidó el cepillo de dientes, o el bloqueador, o alguna vara, entonces se empieza a desgranar el grupo. Al cabo de un rato terminan todos buscando a todos y fijándose en cada pasillo para apurar a la gente porque hay un compa haciendo fila y ya va a llegar a la caja. Una vez me pasó que llegué al más x menos de escazú con unos compas a eso de las 7 de la mañana antes de irnos para la playita. Llenamos los carritos hasta el alma de birras y cuando llegamos a la caja nos dieron la fatal noticia de que a esa hora no se vende guaro!! Que queeeeee??? Fue tal la indignación y la cara de tristeza que pusimos que al administrador del super se le conmovió el corazón y nos vendió las birras de a calladón, QUE NIVEL! Pero eso es historia aparte.
El último paso de la ida al súper es ir a la caja. Eso es más difícil y complicado de lo que debería ser. Es común que haya hasta 32 cajas, de las cuales más de la mitad estén cerradas, obviamente. Y las denominadas “cajas rápidas” son todo menos eso. Siempre hay un lagarto vivazo que se mete a la fila con más de diez artículos y hace una pega. (siempre me he preguntado si un six pack cuenta como un producto, o como seis…..). O las familias que ponen a cada uno de los guilas a hacer fila en una caja diferente a ver cuál llega primero, y uno ahí haciendo la fila solo e indefenso de repente le clavan un carro hasta la madre de chunches que salió de la nada! (la mama del carajillo que llegó de primero). También aplica la ley de Murphy, en que la fila de a la par va más rápido que la de uno, ni hablar! Que pacho! La cantidad de cosas que suceden en el simple acto de ir a comprar algo al súper. Mae, las bolsas que usan para poner las verduras que nunca se sabe por donde abrirlas, la duda entre qué se pesa y qué no en la verdulería, la gente que abre las cosas y se las come o toma dentro del súper, la música estruendosa que ponen, los locutores wannabe que gritan las ofertas del momento con su sexy-voz, cuando se cae el sistema de las tarjetas, en fin, mil y un detalles que hacen de algo sencillo una titánica labor que sin duda requiere paciencia y tolerancia. Buen ejercicio para alguien como yo!!

viernes, 7 de septiembre de 2007

Día del Niño

Se acerca una vez más el 9 de setiembre! Woo hooooo que chuzo el día del niño. Esta Mula que no hace ni el menor esfuerzo por reprimir a su niña interna disfruta montones de una celebración de este tipo, bueno, en realidad casi cualquier tipo de celebración… Que tuanis cuando uno estaba chamaco en serio. Sin broncas, sin problemas de plata, no te preocupaba el precio de la gasolina, si el gobierno de turno nos esta enverdurando, si mañana vas a tener brete, si tenés panza, la nave, o cosas por el estilo. En esa época los rollos mentales se reducían a decidir si me compraba un boli duro o uno suave, cuántos chicles me alcanzaban con lo que me encontré debajo del sillón, o qué putas le pido al niño esta navidad porque el año pasado fue una mala utilización del deseo porque la bici de la chica fresita se me despichó a los dos meses (verídico…)
Que chiva ser así!! Que la vida uno la tenga resuelta, que las varas se vean sencillas y que al menos durante una buena parte de la vida uno se vea exento de tomar grandes y trascendentales decisiones para tu vida, porque decidir entre ver la abeja maya o heidi, o comerse unas chiki o una rondela no pone en juego tu futuro (que buenas las rondelas!!!). Buena nota que casi cualquier cosa representaba una gran sorpresa y una emoción , que uno era fácilmente tranquilizado o engañado con alguna explicacioncilla como “se fue al cielo”…

Yo digo que la infancia debería ser una etapa que le apareciera a uno más o menos a la mitad de la vida como una especie de vacaciones o descanso de la vida real. Sería muy tuanis tener eso como recurso o método de escape, una vara asi como cuando uno se pensiona pero sin tener que esperarse a estar tan roco, sino que estando joven. Como para agarrar un segundo aire antes de empezar con la segunda etapa de la vida en la que hay que darse durísimo para tener donde caer muerto cuando le toque. Uno debería tener plena conciencia de la condición de niño, para que así sea capaz de disfrutarla más. Si uno en esa etapa pudiera decirse: “mae que tuanis, estoy aquí sentado viendo tele mientras mis tatas bretean todo el día”, “me vale una anona el precio de la gasolina porque de aquí a que tenga licencia y nave todo va a ser diferente, y por ahora me llevan y me traen donde quiera”.
El asunto es que estoy convencida que los que fuimos chamacos hace un buen tiempo la pasábamos mejor que los guilas de ahora. Antes uno podía irse a jugar escondido, andar en cleta por el barrio, o ir a algún potrero sin que eso representara un riesgo tan grande como lo es ahora. Andar en lata o venirse caminando de la escuela era toda una odisea y uno se sentía todo pro! Jugar Atari!!! Yyyy mae que chuzo. Recuerdo que en mi barrio los vecinos eran los únicos que tenían esa vara. Todos los carajillos pasabamos ahí clavados jugando (o viendo jugar), y era una pega porque al hijueputa se le calentaba el adaptador y había que apagarlo porque sino se quemaba , y se interrumpía el juego de frogger, pac man o galaxia cuando estaba uno en lo más y mejor, entonces mientras se enfriaba la carajada salíamos a tocar timbres, o a jugar seguido.
Para uno ir al salón de patines no era una polada, es más NADA LO ERA! Las fiestillas de cumpleaños eran toda porque eran todo incluido: lo llevaban, lo traían, le daban buena jama y bolsita! (no como ahora que uno hasta tiene q llevar lo que se toma y se come). Uno veía el chavo, chiquilladas, plaza sésamo, leía tambor, zurquí, hacía los zumbis, y compraba los albumes con postalitas de cuanta porquería hubiera. Lo tuanis de la tan esperada fiesta de la alegría de la escuela con el típico arroz con pollo y las tarjetillas de “felices vacaciones” que uno repartía. La sensación de tener un diente flojo y la incertidumbre del momento en que se te iba a caer, cuando me empezó a gustar un compañerillo de la escuela, los primeros patines, la primera cleta, cuando me compraron un walkman, y cuando tuve mi primer perro son cosas que recuerdo con mucho cariño.
De verdad que ser niño es una etapa tan tuanis que por eso me encanta seguir experimentando ciertas cosas como si aún lo fuera. Si estuviéramos más en contacto con nuestro chamaco interior, habría menos cabrones en la calle y las varas serían menos complicadas, o tal vez no, pero al menos las disfrutaríamos más!

martes, 4 de septiembre de 2007

Menecadas y Chalanadas

Este viene con una mezcla de amor por la patria y cólera por a veces ser tan bolis y andar jugando de quesos entre nosotros.
La semana pasada, durante una entrevista, me topé con una guila de Santa Cruz que estaba aspirando para una beca para ir a japón. Durante la entrevista la mae dijo que a ella le daba cólera que las tradiciones ticas se estaban perdiendo porque ahora todo son "menecadas y chalanadas". Suuuuuave suuuave! eso mismo dije yo! ¿Menecadas y chala queee? chaaannfle.
y me dice: "si si, como el aipo y esas cosas" (ipod...)
El asunto es que según entiendo, eso es un dicho que usan por aquellos rumbos para describir las cosas muy sofis o fresas o algo así, y que ella consideraba que estaban haciendo que se perdieran las cosas autóctonas.
El finde, me fui de ride a tierras guanacas de nuevo, y entre el miedo de que me picara un zancudo con dengue como a un pobre pariente, estuve meditando sobre las menecadas y las chalanadas. Diay! hay que empezar por estar allá en guana donde al menos yo cada vez me siento más extranjera. Antes era porque uno evidentemente no es de ese lugar, entonces no se puede echar el título de local así a lo maje, pero ahora es porque parece que ya la vara no es ni siquiera asi. Ahora los privilegiados y cuasi locales son los gringos (metiendo en el saco a todos los extranjeros con ese perfil meneco-chalán). Mae! es una vara gueisa digo yo! Según veo, Guanacaste está ahora en manos de todos los gringos menecos con harina y uno que es un simple tiquillo pulseador no tiene vela en el entierro. Para muestra un botón. El Banco se confabuló en mi contra y me costó en puta conseguir un cajero que funcionara, xq a pesar de que hay como 5 del BCR todos tenían algo chueco. Llego a uno y la màquina grite y grite "this ATM is out of order" osea solo en inglich verdad.... bueeno ni modo. De repente veo yo unos periódicos en el mostrador y decidí agarrar uno. Sorpresa! un periódico de Guana en inglès. "The Guanacaste Journal" woooow. Eso es lo que yo llamaría una publicación de anuncios de bienes raíces disfrazada de periódico. Se me abrieron los ojos a un mundillo que de no ser por ese periódico yo ni me hubiera imaginado que existe! "Luxury residences, tuscan sanctuary, italian gardens, mountaintop piazza, fitness center, cigar bar" juuuueeeepuuuta! y todo eso aqui?? en medio de todos los limpios q la pulseamos con un brete y unos cuantos camarones. Unas fotos chivisimas, unas descripciones que enamoran a cualquiera y todo perfectamente diseñado para que los que tienen buena harina adquieran sus menecadas y chalanadas, Definitivamente es otro país dentro de nuestro mismo país. Que rajado! y pensar que uno ni soñando podría pagar varas así. Diay como dicen, el que puede puede, y el que no esté dentro de ese saco de pudientes la verdad no me hace sentir mal, simplemente es una sensación extraña el sentirse extraño en tu propia tierra. Sin embargo, el punto positivo y de balance en todo esto es que si lo vemos en otra perspectiva, nosotros seremos los menecos y chalanes para gente que vive en condiciones menos privilegiadas que uno.
Sea como sea, y como hablaba con un compa mientras desayunábamos un fuerte pinto en una sodilla liberiana, hay cierto punto en el que sí es demasiado lo que se puede tener, como dicen "hasta el calor del sol quema".

 
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