¿Se indignó por los dos meses de
vacaciones que se recetaron los diputados como si fueran carajillos de escuela?
¿Le apesta que le contaminen la
época navideña, el sorteo del mundial o
las semifinales del campeonato con noticias sobre los candidatos?
Si ese es su caso debo decirle
que no está solo. Muchos ticos nos sentimos sobrecargados de temas de política,
escándalos, encuestas, trapos sucios, debate por aquí, debate por allá y a fin
de cuentas uno se ataranta entre tanta información.
Hay que dejarse de varas, en este
gobierno hemos llevado bastante palo.
Laurita y su equipo de gobierno no terminan de salir en una bronca para meterse
en otra y cuando uno cree que lo ha visto todo, superan su última ayotada con creces.
Lo que sucede es que como hemos estado acostumbrados
a nuestra democracia como si fuera algo común y corriente, no dimensionamos la
riqueza de este fenómeno electoral, nos queda más fácil hacernos los apáticos y
voltear hacia otro lado para pensar en qué número va a salir el gordo. Seguimos pensando que resolver los problemas
del país es trabajo de alguien más y no asumimos nuestro deber como ciudadanos.
El deber de votar, de hacernos sentir y de expresar por ese medio lo que realmente queremos para
Costa Rica.
Es comprensible sentirse cansado
con el tema, enredado en medio de encuestas cuyos resultados no parecen tener mucha lógica, abrumado con esa
lista interminable de candidatos a la
presidencia, pero eso no nos debe provocar la simplista reacción de que no voto
porque no hay por quién votar.
¿Cómo alguien se atreve a
esgrimir ese argumento si tenemos una papeleta con 13 candidatos? Hay que estar
muy tocado del techo para decir eso cuando
la papeleta va a ser del tamaño de un individual de esos que ponen en los
restaurantes!! Tenemos el bueno, el malo, el feo, el viejillo, el guapo, el gordo, el mechudo, el académico,
el empresario, el que nadie sabe quién es, el otro que tampoco nadie sabe quién
es, el chancletudo y todavía me sobra uno!!!
En conclusión, el asunto aquí es
votar. Votar por el que a usted le parezca apropiado pero votar. Si no vota
luego no tiene el derecho de quejarse ni decir nada. Nosotros tenemos la papa
en la mano. No votar es la opción para los que no quieren una Tiquicia mejor, la
opción del desinteresado, la del que quiere que las cosas le caigan del cielo
sin haber hecho nada.
Si se le hace muy complicado
empiece como yo: decidiendo por quién NO va a votar. Ver el gobierno actual y
el anterior es un buen presagio de lo que nos esperaría si continuamos apoyando
al mismo partido que ha estado en el poder. Pregúntese cuáles son las
características más importantes que usted espera de un presidente y luego vaya
buscando quién calza en ese perfil. No se deje llevar por la jacha o los
títulos (inventados o reales), no crea todo lo que escucha y mucho menos trague
carbón del que muchos nos quieren meter a la brava.
Ser tico es tuanis por muchísimas
razones, participar de un proceso
electoral de manera libre es una de las que yo elijo como mis preferidas. Saber
que vivimos en un país donde se valoran los derechos, la democracia es algo
REAL de lo que TODOS formamos parte es
un orgullo y votar es la mejor manera de honrar este derecho que debemos asumir
como un deber.
2 comentarios:
Pues de verdad tenemos de sobra por quien poner el dedo, todos los de las manos y quien quita de un pie.
Nunca hay que ir a las urnas como vacas al matadero
http://gobernemosporreferendum.ticoblogger.com/?s=abstinencia
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